GRAN CAPITAL: ¿VISIÓN A CORTO O A LARGO PLAZO?

Acabo de observar en un "telediario" el anuncio de dos avances tecnológicos "prodigiosos":
1- en Singapoore, se está ensayando el funcionamiento del primer taxi sin conductor.
2- en Suiza están probando un  "robot cartero".
Por vocación y afición, he estado y estoy, aunque sea de forma sesgada, interesado en el conocimiento de los avances tecnológicos.
Estos dos no son más que dos gotas en el océano que el progreso nos trae al presente y al inmediato futuro.
Es claro que ninguna PYME es capaz de abordar los costes de I+D+I que permitan concretar estos u otros de los millones de proyectos que se están cocinando en las cocinas alimentadas por el gran capital, cada vez más grande y más concentrado.
En este frenesí tecnológico, se plantea una encrucijada:
¿es el fin de estos desarrollos el mejor bienestar de la Humanidad o persiguen como objetivo continuar favoreciendo el aumento y concentración del capital?
Y una questión más relevante: ¿cual es el futuro de la Humanidad cuando el capital esté TODO en unas únicas manos? La respuesta quizás la encontramos en los "agujeros negros"....
 Permitidme bajar al terreno concreto de estas dos iniciativas cuyos ensayos incipientes son ya más reales que preliminares.
¿Cuales serán las consecuencias para los miles y miles de profesionales del taxi si este proyecto cuaja, que cuajará, y los políticos van readecuando las leyes para permitir su implantación en aras del "bien general"? ¿Cuantos millones de taxistas hay en el mundo?
¿Cuales serán las consecuencias para los millones de carteros de todo el mundo cuando las cartas las lleven los robots o los drones?
Abre tu imaginación allí donde la automatización mejora la competitivaidad, vía reducción de los costes, o sea, eliminación de puestos de trabajo más o menos cualificados, o sea, de personas que se ganan hoy la vida haciendo un trabajo más o menos cualificado que les permite pagar un techo donde cobijarse y un plato en el que comer y tener un futuro por el que levantarse al día siguiente.
¿Van a dedicarse los carteros y los taxistas (perdón por citarlos al socaire de las noticias de hoy) a construir robots o programas de automatización?
Es evidente que la ecuación no cuadra.
¿Y los políticos?
No se me ocurre más que añadir...por el momento.