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miércoles, 19 de septiembre de 2012

REMEROS Y VIAJEROS: PERSONAS EN ORGANIZACIONES.-

Cuando profesionales valiosos se orientan en un mismo sentido y con un interés y objetivos comunes, los resultados de las organizaciones empresariales mejoran considerablemente e incluso pueden ir orientándose hacia la excelencia.
Muchas son las espectativas de los "remeros" en las organizaciones: prosperidad de su empresa y de sí mismos, unas espectativas apetecibles y una realidad deseable.
Otras son las espectativas de los "viajeros": prosperidad para sí mismos aún a costa del esfuerzo y sacrificio de los demás, convirtiendo en deseable una realidad que puede llegar a parecer injusta para los "remeros".  La nave en la que se viaja es un accidente para el viajero y por lo tanto no es esencial la boga inmisericorde para alcanzar el éxito.
En toda nave hay "remeros" y "pasajeros".
Remeros de la nave, por y para la nave, donde cada golpe de riñones significa avance y contribución para toda la embarcación. Suman y se benefición de la suma de los otros remeros.
Remeros que están dispuestos y atentos a contribuir con nuevas y más vigorosas vogadas cuando son requeridos.
Pasajeros que buscan el placer del viaje y requieren prestaciones que otros aportan para disfrutar del viaje y a veces reclaman que el viaje no es apetecible aunque muchas veces su contribución tambien pueda ser valiosa.
¿Cual es pues la diferencia?
Fundamentalmente en la puesta a disposición, en sentirse parte de, el desear sumar su contribución sin esperar nada a cambio necesariamente: ser remero.
¿Qué hay que hacer con los viajeros?
Tratar de seducirles haciendoles comprender y percibir que la grandeza del viajero no está en el barco sino en el viaje.
Las empresas hoy, y más que ninguna otra las PYMEs, necesitan que todos sus colaboradores sean remeros.
Esforzándose sinceramente en que los viajeros deseen ser remeros.
Y a los viajeros invitarles a remar más o a seguir remando al menos como hasta ahora aguardando atentos con ilusión poder dar una mejor o más fuerte bogada cuando sea requerido a ello.
Entretanto, sigamos remando todos, que buena falta hace a las PYMEs españolas.
¡Suerte!